GO, RUN AND RUN......!!!!!!!!!!!!

GO, RUN AND RUN......!!!!!!!!!!!!
wwwlaletra.blogspot.com
Powered By Blogger

miércoles, 19 de enero de 2011

KEEP WALKING LUCHO. PLEASE, NEVER STOP!






Estábamos con Al, tomando un ice tea. Jamás lo compraría envasado, tomo solo el que prepara Al. Una vez probé el que prepara Ama. Un asco. Soy de los creen que hasta la comida que menos te guste, puede llegar a ser riquísima si le pones amor. El amor es el mejor condimento. Y si hay algo que le faltaba a Ama, era amor. No porque no lo tuviera, sino porque siempre le fue negado.

Sonó mi celular y el numero me resultó conocido, pero no atiné a adivinar. No suelo atender este tipo de llamadas, pero eran las dos de la mañana y atendí. Raro. Era la voz de una mujer llorando. lloraba tanto que no pude reconcer su voz. Hasta que moduló y supe quien era.
Era Gina, que Ricardito, vaya nombre tarado para un grandulón que intenta hacer chistes todo el tiempo, justo la clase de tipos que detesto, de esos que hacen cursos de autoayuda, no porque realmente lo sientan, sino porque no tienen nada mejor que hacer, esos lugares en donde todos llevan tortas y se abrazan y es toda una farza. Como se le llame a la actividad, en todo caso, esos cursos ambiguos, homologados por cánaras de tal o cual cosa, todo es un invento para gente tarada y muy sola.
Pero era Gina y estaba mal... Por mí? por ese imbécil? Qué le pasaba?

- Qué pasó, afirmé de forma seca, porque no me daba ganas de preguntar, solo de no caer en el  dolor del que tanto me costó salir.  Esto es algo mío desde siempre. Cuando esstoy incómodo, no pregunto. Increpo.
- (Entre suspiros y mocos) Me dejó Ricardito. No pude aguantar una cargajada que contuve de inmediato.
- Te reís?, me preguntó y agudizó un llantito leve y sostenido. De esos que uno tinee cuando ya no da más.
- Sí, me río.
- Se puede saber?
- Porque no entiendo como lloras por ese imbécil.
- Es un buen chico.
- Entonces no me llames, llamá a ese tarado.
-No lo agredas.
-Mas justo  no puedo ser.

Me cortó el teléfono de una manera tan suave que no me dio tiempo a darme cuenta hasta que, indefectiblemente, lo advertí, Estaba hablando solo.
Al, respetuoso como él solo, tiró mi ICE TEA y me sirvió lo que sabe que necesito en estos casos. Un whisky doble y dos hielos. Basta de Ice Tea. La mujer de mi vida era una tarada enganchada con un tarado. Y yo, el tercer tarado, necesitaba un Whisky para comprender. O para olvidar.


Gustavo Bonino

sábado, 1 de enero de 2011

NO SOMOS LOS QUE QUISIERAMOS SER.. (JORGE DREXLER)

a


Había que dar marcha atrás a toda hermosa locura de fumar cigarrros, emborracharne todas las noches, tener pendienes relaciones que no eran tales. Puras estupideces de la soledad. Gina marcó un antes y un después en mi vida, Ya no había retorno.
Estaba en Chinatown, comprando un reloj de marca por usd 12. Imitación exacta al real. Solo que el real costaba usd 900.
Me dejé llevar, hasta que, sin ninguna intención,  estaba en el puente de Brooklyn.  La vida,  me desbordaba, corrí sobre el puente hasta llegar al otro lado del puente, a Brooklyn, necesitaba cansarne, despertar, moverme de la estática que me estaba matando.
Corrí, corrí lo más rápido que pude mientras la gente me miraba extrañanda, estaba realmente sacado, ni siquiera respetaba la línea de corredores y bicicletas al punto que en la liberación interior que sentía, completamente desbocado, perdido, libre, harto, todo a la vez, un pobre hombre al que empuje ciegamente, quedó sentado y, al verme tan sacado, no amagó a nada. Yo tampoco. Qué le iba a decir?
Mientras corría pensaba:
"Qué haces en NY?"
"El Tsunami llegó hasta mí, lo vi venir" dijo Cerati. Esa era mi pequeña porción de vida en ese momento.
Por qué no me cuidaron cuando era un chico? Por qué fui el cadete de mi madre?. Todo para que mi hermano tuviese su medicación. Ahora entiendo, y me siento orgulloso de haberlo hecho. Pero ahora tengo cuarenta años, no quince. La falta de cuidado a la que fui sometido, la estoy secando al sol que pagaba sobre NY. 
Un psicólogo que atiende en la calle cuarenta y dos, al lado de la terminal de buses, me dijo ciertas verdades. Pero creer en psicología es como creer en la magia.
Por qué fui el esposo de mi madre cuando había enfermedad y pesares? Por qué fui el elegido. Me mandaron al frente de batalla sin haber disparado un tiro en mi vida.
Por qué me casé tan joven?
Dónde esta mi hijo Matías?
Por qué yo era el tramitador de la enferrmedad incurable de mi hermano? Por qué no se midió eso. Yo era un chico de quince años y ya parecia de treinta. Es como si me hubieran robado la mitad de la vida. Yo era tan solo un chico.
Por qué a los seis años me entero que ese señor de bigotes sentado a la mesa, ya no solo no era un señor de bigotes.  Ya no era mi padre. El real, el de sangre,  el que jamás lo conocí. Me pregunto como se siente un chico de seis años que entra a la cocina, luego de un abrazo enorme de un falso padre y cuando sale, lo hace con otro apellido. Ese hombre era un impostor. Alguien simuló ser quien no era.   Mi madre me confesó la verdad sin mirarme, atenta a que los fideos no se pasen,, así de espaldas, me contó la tardía realidad.
Papá tiene apellido Candas.
- Yo también ma,  repliqué con amarga alegría.
Dejó de revolver la olla y sin mirarme, sin una mirada de ojos, quebró la historia de mi vida en dos.
- Oscar Candas no es tu papá, me dijo con la naturalidad con que compra un kilo de tomates.  Me reí con inquietud, una licuadora de millones de situaciones giraban y todo se hacía papilla, ahí sentí por primera vez lo que significaba la palabra MARGINAL. Pero tuve la esperanza de otra respuesta. Me quise convencer de que la cosa venía por otro lado, traté -pobre chiquilín- de salvarme.
- (SONREI) Qué pasa Ma? me estas burlando?. Me reí con la inocencia de un nene de seis años, eso era exactamente lo que era.
- Sos de apellido Bazterrica. Luciano Bazterrica, me diijo y bajó la cabeza y dejó de revolver la cena.
- No!, repliqué furioso, con los ojos empapados.  Preguntá en el colegio, ellos saben. Todos me dicen Candás. Mentís!!. De pronto cambié la piel como una serpiente. Y la vida me convirtió en eso. En un ser malo. Solo bajo esa condición podés sobrevivir.
- No sos Candás, era hora de que lo supieras. Me dijo esto mientras pegó un grito al resto de mi familia.
-Qué familia? me pregunté,
-  A comér que se enfría la pasta!, gritaba su negadora voz.
Todos fueron a la mesa. Mi madre me llamó varias veces. Decidí esconderme.
Me recosté en la entrada de la cocina, con mis bermudas marrones y las escuálidas rodillitas sucias. Mi madre pasó por encima mío con una olla humeante, olor a salsa, olor a familia. Ni siquiera notó mi presencia. Pero ese olor acababa de morir para mí. Me escondí como pude detrás de un sillón. Temblaba. "Bazterrica?" Me pregunté.
Me quedé mudo. En otra dimensión. Despacio, me asomé desde el sillón y miré  a ese extraño con bigotes que estaba en la mesa.
Cómo encararía la vida después de esto?. 
Acaso debía llegar al colegio y explicar que yo no era quien era.  Por Dios! tenía seis años.
 Desde ese día hasta hoy, jamás volví a ser igual. Auto-adquirí el mote de "El Raro". Y una bestia empezó a naceer en mi interior. Una bestia con mucha bronca.
Fue ahí, escondido detrás de un sillón,  que enterré a un padre del cuál no sabía siquiera su nombre.

No invité a nadie al funeral de mi muerte.

Gustavo Bonino